Vehículos camuflados que cruzan ríos y recorren caminos sinuosos, de ripio y rutas extensas: se trata de prototipos que las automotrices preparan en la etapa de desarrollo de un nuevo modelo. El objetivo es hacer pruebas y realizar los últimos ajustes antes de la producción en serie y su posterior lanzamiento.
Para la nueva Nissan Frontier, presentada a comienzos de abril en Iguazú, la compañía japonesa delineó un recorrido de más de 220 mil kilómetros de pruebas por Argentina y Brasil de manera de alistar su pickup producida en Fábrica Santa Isabel, Argentina, que sumará dos nuevos mercados de exportación en Latinoamérica. Durante todo ese tramo, los especialistas de Nissan en diversas disciplinas testearon durabilidad, sonorización, consumo de combustible, confort, estabilidad y suspensión, entre otros ítems.
Además de las evaluaciones globales para el desarrollo del proyecto, el modelo pasó por estos test para adaptarse a las demandas y exigencias de los clientes de la región. Los prototipos fueron fabricados con modelos de piezas iguales a las que equipan los de serie, que fueron replicadas por proveedores locales en una etapa posterior garantizando, así, la calidad del producto final.
