Laia Sanz ya está en la jornada de descanso. Después de seis etapas con un desgaste in crescendo para ella, podrá disfrutar este sábado de una breve pausa en la competición, más que nunca. La piloto de KH-7 ha tenido que echar mano de su reserva de fuerzas para completar las dos últimas especiales ante la exigencia física que ha implicado el recorrido.
La sexta etapa ha llevado a la de Corbera de Llobregat de Al Qaisumah a la localidad de Ha’il, donde se ha instalado el vivac que dará 24 horas de tregua a los participantes. Tras los 347 kilómetros cronometrados en que ha quedado el recorrido después de que la organización recortará un centenar de kilómetros de los 448 previstos inicialmente, Laia Sanz ha llegado en 25º lugar, a 30 minutos y 56 segundos del vencedor del día. En la general, vuelve a escalar posiciones y ya está en 25º puesto.

“Hoy ha sido otro día duro, muy físico, con mucha arena machacona, aunque ha sido una etapa bonita. He empezado bastante bien, con buen ritmo y he adelantado a los dos que salían por delante de mí. Luego me ha alcanzado Joan Pedrero en el refueling y hemos rodado juntos hasta que he empezado a aflojar”, narra la catalana.
Al igual que le sucediera ayer, Laia Sanz ha vuelto a terminar cansada, habida cuenta de que llegaba al Dakar mermada: “Hacia el final me ha pasado un poco lo mismo de ayer; he notado mucho la falta de entreno y los últimos 70 kilómetros me han costado físicamente. Aparte de eso, estoy contenta de estar aquí y de haber llegado al día de descanso, algo que no tenía nada claro que pudiera conseguir antes de empezar”.
